Todo empezó cuando adopté a Bolita: todos los días se encontraba con un gato rojo. Hasta hace 2 días, que bolita y él no se separan ni para comer ni para dormir. Eran la pareja perfecta; además ese gato no es domestico y casi no se asusta.
Ese gato, aunque se muera de hambre, no se come la comida de Bolita,
Yo espero que sean felices, no sé vosotros.
Ainhoa.
Ese gato, aunque se muera de hambre, no se come la comida de Bolita,
Yo espero que sean felices, no sé vosotros.
Ainhoa.
1 comentario:
Yo espero, Ainhoa,que les vaya muy bien y tu estudia para acabar el curso bien que luego viene el veranito¡¡¡
Un abrazo
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