Aunque este blog es territorio de personas menores de diez años, me colaré un momento con su permiso para contar algo bien interesante:
Hace ya algunos meses, importantes cartas comenzaron su viaje migratorio con la llegada del invierno. Debían cruzar el Océano Atlántico, por lo que la aventura no era ninguna broma, ni era cuestión emprender ese viaje con mal tiempo que dificultara la aventura. De hecho, debieron sufrir algún accidente y no han podido volver.
La casualidad ha vuelto a sorprendernos, y resulta que hoy, justo el mismo día que han llegado al pueblo las primeras aves (aviones comunes) que viajan desde África en busca de un verano más suave (¿no os parece un viaje increíble y que deberíamos admirarlas por ello?), también han llegado a clase unas cartas que viajaban en este caso desde el pueblo de Perdiguera (¿se habrán puesto de acuerdo con las aves?). Allí su magnífico maestro y sus geniales alumnos las han alimentado con bellas palabras para que tuvieran fuerzas y llegaran a Peñarroya.
Al recibirlas, todos nos hemos alegrado e incluso emocionado, pues no siempre se recibe una carta a nuestro nombre. Ha habido aplausos y exclamaciones, e inmediatas ganas de responder a los amigos de Perdiguera, con quienes compartimos muchas aficiones e intereses (deportes, animales, libros, …).
Así pues, intentaremos mandar de vuelta nuevas cartas que os gusten y alegren tanto como a nosotros las vuestras. Mirad al cielo, que quizá algún pajarillo os avise cuando estén a punto de llegar.
Un abrazo para todos.
José Luis.
Hace ya algunos meses, importantes cartas comenzaron su viaje migratorio con la llegada del invierno. Debían cruzar el Océano Atlántico, por lo que la aventura no era ninguna broma, ni era cuestión emprender ese viaje con mal tiempo que dificultara la aventura. De hecho, debieron sufrir algún accidente y no han podido volver.
La casualidad ha vuelto a sorprendernos, y resulta que hoy, justo el mismo día que han llegado al pueblo las primeras aves (aviones comunes) que viajan desde África en busca de un verano más suave (¿no os parece un viaje increíble y que deberíamos admirarlas por ello?), también han llegado a clase unas cartas que viajaban en este caso desde el pueblo de Perdiguera (¿se habrán puesto de acuerdo con las aves?). Allí su magnífico maestro y sus geniales alumnos las han alimentado con bellas palabras para que tuvieran fuerzas y llegaran a Peñarroya.
Al recibirlas, todos nos hemos alegrado e incluso emocionado, pues no siempre se recibe una carta a nuestro nombre. Ha habido aplausos y exclamaciones, e inmediatas ganas de responder a los amigos de Perdiguera, con quienes compartimos muchas aficiones e intereses (deportes, animales, libros, …).
Así pues, intentaremos mandar de vuelta nuevas cartas que os gusten y alegren tanto como a nosotros las vuestras. Mirad al cielo, que quizá algún pajarillo os avise cuando estén a punto de llegar.
Un abrazo para todos.
José Luis.
3 comentarios:
hola Jose luis muy bien por hacerlo
Hola José Luis.
Menudo articulo.
anonimo.
Hola J.l
que articulo mas bonito.
adios anonimos.
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